Cuando una persona tiene muy claras sus prioridades no se deja llevar por convencionalismos, ni va por la vida formando parte del rebaño. Simplemente vive su vida de acuerdo a sus principios y como he dicho antes, a sus prioridades.
Tuve la suerte de conocer a esta pareja gracias a un amigo en común que vino a decirnos que unos amigos que viven en un caserío querían reformar la cocina.
En cuanto conocimos el sitio quedó clara cuál era la prioridad principal. Calidad de vida.
Un caserío lo suficientemente lejos para vivir en tranquilidad, pero lo suficientemente cerca de la civilización como para poder cubrir las necesidades.
Una vez tenemos claro todo lo anterior y que además un caserío tiene mucho, ( muchísimo diría yo ), trabajo para restaurar y traer al siglo XXI no nos extrañó lo que nos encontramos.
La pobre cocina había quedado para el final.
Algun@s al ver esta foto, ( sobre todo si habéis nacido después de los 90 ) ni siquiera sabréis qué son la mitad de las cosas que hay en esta cocina. Pero a mí me recuerda a mi niñez y me encanta 
.
Bueno, sigo que me dejo llevar….😜
Tras un trabajo en equipo conseguimos traer la cocina al siglo XXI , sin renunciar a la calidez del siglo XX.
Y por supuesto sin renunciar a las maravillosas vistas que hacen que fregar casi sea «un placer» .
Lo que queda claro en este trabajo realizado es que lo antiguo y lo moderno pueden convivir perfectamente sin desentonar.
Y esto es aplicable a todos los aspectos de la vida.
Vosotr@s qué opinais ?
